Reseña | «Ezequiel Himes: Zombie Hunter» de Víctor Santos y Alberto Hernández

La figura del zombi (zonbi en criollo haitiano) tiene un origen haitiano vinculado a los ritos vudúes y era en principio un muerto devuelto a la vida por un hechicero quedando al servicio de éste como un mero esclavo carente de voluntad que con su mordisco convierte en zombi a su víctima, este mito afrocaribeño surgió como metáfora de la esclavitud. Ya desde épocas tan tempranas como el siglo XVII se pueden encontrar obras que aluden directamente a estos personajes como en El zombi del Gran Perú (Le Zombie du Grand Pérou, 1697) del francés Paul-Alexis Blessebois o ya en el siglo XIX como base para abordar desde una perspectíva científica la resurrección de los muertos como en Frankenstein o el moderno Prometeo (Frankenstein; or, The Modern Prometheus, 1818) de la escritora inglesa Mary Shelly o en los relatos La caída de la casa Usher (The Fall of the House of Usher, 1839) y La verdad sobre el caso del señor Valdemar (The Facts in the Case of M. Valdemar, 1845) ambos del norteamericano Edgar Allan Poe.
Con la ocupación de estadounidense de Haití (1915-1934) y la publicación del libro sobre el vudú haitiano La isla mágica (The Magic Island. 1929) de William Seabrook se empezó a popularizar el término zombi en norteamérica. Pero fue realmente a través del cine de terror de Serie B estadounidense la ventana por la que los zombis penetraron masivamente en la cultura popular desde el estreno de la primera película de género zombi de la historia La legión de los muertos sin alma (White Zombie, 1932) dirigida por Victor Halperin y protagonizada por el legendario actor de cine de terror Bela Lugosi, la obra de Seabrook tuvo una enorme influencia en estas primeras películas del género como Yo anduve con un zombi (I Walked with a Zombie, 1943) del director Jacques Tourneur y el productor de películas de terror Val Lewton. Poco a pocoel género zombi fue desligándose del ritual vudú, de lo mágico y de lo sobrenatural para terminar siendo víctimas de un extraño virus o de alguna otra causa desconocida desde que George A. Romero sentara las bases del arquetipo del zombi tal y como lo conocemos hoy en día con en su película La noche de los muertos vivientes (The night of the Living Dead, 1968). Desde entonces han proliferado las películas del género, especialmente en los últimos tiempos, en el que dieron el salto de la serie B al mainstream llegándose a vivir una edad de oro del género zombi. Películas como 28 días después (28 Days Later, Danny Boyle, 2002), Planet Terror (2007) de Robert Rodriguez, la saga de películas [●REC] que Jaume Balagueró y Paco Plaza empezaron en 2007, el cómic guionizado por Robert Kirkman y dibujado primero por Tony Moore y más tarde por Charlie Adlard Los muertos vivientes (The Walking Dead, 2003-2019) y su posterior serie de televisión, la novela de Max Brooks Guerra Mundial Z (World War Z, 2006), la serie de novelas ambientadas en la ciudad de Málaga Los caminantes (2009) de Carlos Sisí, la franquicia de videojuegos Resident Evil o juegos de mesa como Zombiecide o Dawn of the Zeds, son algunos ejemplos del impacto y aceptación que el género zombi ha tenido en los albores del siglo XXI.
Ezequiel Himes: Zombie Hunter es la segunda aproximación al género zombi por parte de Víctor Santos tras dibujar Zombee (2006), con guion de Miles Gunter y ambientada en el japón de los samuráis, pero en esta ocasión Santos se ocupa del guion, y Alberto Hernández del dibujo, y sitúa la trama en el Oeste de los Estados Unidos en el que su homónimo protagonista se enfrenta a unos muertos vivientes organizados en una sociedad de clases, parecida a la mafia, en el que en la cúspide están los padres, luego los capos, etc. y en el estrato más bajo de la pirámide social y alimenticia están los humanos encerrados en granjas, dándole esto un ligero sabor a distopía al cómic. Ezequiel Himes es un solitario cazador de zombis, que antaño formó parte de ese sistema que ahora le repugna, se dirige a New Jericho para enfrentarse a Maurice, un capo humano que aspira a ser padre, a Dust, una pistolera al servicio de Maurice y a Savini, uno de los padres. Siendo un misterio qué desencadenó la aparición de los zombis encontramos algunos elementos sobrenaturales como salvaguardas que protegen a los humanos del ataque de los no muertos, la novedosa capacidad de hablar de algunos zombis o que estén todos conectados en una especie de Mente Colmena.
Con influencias que van desde el cine de zombis de Romero y del italiano Lucio Fulci, el western, el blaxploitation a la novela Soy leyenda (I Am Legend, 1954) de Richard Matheson, el cómic Ezequiel Himes: Zombie Hunter es una amalgama de géneros en el que este cazador de zombis sin redención busca saldar algunas cuentas pendientes que tiene con su oscuro pasado, pero como buen exploitation que es no escatima en sangre, vísceras, acción, hordas de zombies; el guion cuenta con varias elipsis y algún flashback en la que no faltan referencias al Spaghetti Western de Sergio Leone y en la que el dibujo bitonal de Alberto Hernández recrea acertadamente ese mundo posapocalíptico, ese Oeste americano desértico en sepia y lleno de cochambre en el que se mueve Ezequiel Himes.
La guinda del pastel es que Víctor Santos nos regala como epílogo otra aventura de este exterminador de zombis La mirada tras la grieta. Un relato de Ezequiel Himes un relato corto más cercano al pulp o al western que al género zombi en el que Himes llega a un bar para regar el gaznate con una cerveza caliente en un pueblo en el que no es bienvenido… El prolífico autor valenciano demuestra que su buen hacer con el dibujo no le va a la zaga al que tiene con la pluma. En nuestra opinión este breve texto, como pasa con muchas caras B de los singles, es superior al relato principal pues únicamente le hace falta esbozar en unas pocas líneas el mundo de Ezequiel Himes para meternos de lleno en él. No obstante el cómic es una buena historia con el que el lector pasará un buen rato y al que quizás lo único que se le puede reprochar es que es demasiado corto y que podría haber desarrollado un poco más la historia o a algunos personajes atractivos como Dust.
En definitiva, el tándem Santos/Hernández ofrecen un exploitation que te da lo que se espera de una obra del género: gore, muertos vivientes, violencia, giros de guion, un final que es lo mejor del cómic y además aporta una vuelta de tuerca al género con esa sociedad de no muertos. Una obra sin pretensiones pero muy entretenida recomendable sobre todo para los amantes del género zombi.
Ficha técnica:
Título: Ezequiel Himes: Zombie Hunter
Autores: Víctor Santos (guion) y Alberto Hernández (Dibujo)
Número de páginas: 72
Editorial: Dolmen Editorial
Año: 2012
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